lunes, 28 de enero de 2013

Contaminación de lagos y otros humedales

Un lago, es una masa permanente de agua, que se halla depositada en las depresiones de un terreno. Un lago puede presentar agua dulce o agua salada, procedente de los ríos o del afloramiento de las aguas freáticas.

Los humedales son extensiones de marismas, pantanos, turberas o aguas de régimen natural o artificial, permanentes o temporales, estancadas o corrientes, dulces, salobres o saladas, incluyendo las extensiones de agua marina cuya profundidad en marea baja no exceda de seis metros.

Todos estos sistemas acuáticos lenticos (lagos, lagunas, pantanos y aguas someras), son considerados como humedales de acuerdo con la convención de Ramsar.




Definición del problema.


Los humedales son de los ecosistemas más ricos y productivos del planeta por su gran diversidad biológica.
Un agua se considera contaminada cuando su composición o estado natural se ven modificados, de tal modo que esta pierde las condiciones aptas para los usos a los que estaba destinada.


Origen o causas de la contaminación.

La degradación y desaparición de humedales es más rápida que la experimentada por otros ecosistemas.

Los principales generadores indirectos de degradación y desaparición de humedales costeros y continentales han sido el crecimiento de la población y el creciente desarrollo económico.

Los generadores directos de degradación y pérdida incluyen el desarrollo de infraestructuras, los cambios en el uso del suelo, la extracción de agua, la eutrofización y contaminación, el exceso de recolección y sobreexplotación, y la introducción de especies exóticas invasoras.




Sedimentación Acelerada:

El proceso de sedimentación puede ser benéfico, cuando se piensa en el tratamiento del agua, o perjudicial, cuando se piensa en la reducción del volumen útil.


Disminución del nivel de Agua:

Desecación a través de la construcción de zanjas de drenaje para la expansión de la frontera agrícola y pecuaria, así como extracciones ilegales de agua.


Contaminación Tóxica:

Los humedales que se encuentran en zonas urbanas o cerca de desarrollos de vivienda, pueden verse afectados por la contaminación, ya que el escurrimiento pluvial en estas zonas lleva una mezcla tóxica de sedimentos, basura, hidrocarburos, aceites y grasas. Elementos que contaminan el agua y ponen en riesgo los ecosistemas y la vida.

Eutrofización:

La evolución natural de los sistemas acuáticos se ha visto significativamente acelerada por procesos de eutrofización debido a la demanda creciente de agua. Mayores tasas de ingreso de nutrientes y contaminantes y afluentes, disminuyen la diversidad e incrementan la producción de organismos tolerantes a las nuevas condiciones, los cuales son muchas veces son nocivos, como las cianobacterias. Esto implica costos altos de tratamiento y recuperación.

Acidificación:

La lluvia ácida afecta a todos los sistemas ambientales. En el caso de aguas, el problema es de mayor gravedad que en el suelo, debido a su menor capacidad de neutralización en comparación. La acidificación de aguas continentales consiste en la disminución de su capacidad de neutralizar ácidos. La actual acidificación es producida por ácidos fuertes como sulfúrico y nítrico.



Ejemplos en España.

En los últimos 50 años han desaparecido en nuestro país más del 60 %, debido a la creencia de que eran zonas sanitariamente peligrosas, reñidas con las actividades agrícolas y presionadas por programas de desarrollo y altos niveles de contaminación.







Consecuencias sobre la Humanidad y el Medio Ambiente


Las Tablas de Daimiel


Los lagos y humedales suministran un gran número de servicios de diversa índole (abastecimiento, regulación y culturales) que contribuyen al bienestar de la sociedad y que se manifiestan a escalas espacio-temporales igualmente diversas. Los beneficios que obtiene la sociedad de los servicios que proveen este tipo de ecosistemas húmedos van desde el abastecimiento de agua, la regulación climática, la mitigación del cambio climático, la potabilización y depuración de agua, la reserva de material genético, la protección frente a inundaciones, etc., a la provisión de alimentos, fibras, o al disfrute estético, paisajístico y espiritual, entre otros muchos.




El Delta del Ebro


En este sentido, el mantenimiento de la integridad ecológica de lagos y humedales es, como para cualquier otro tipo de ecosistema, la base para garantizar sus funciones y, por tanto, asegurar su capacidad de generar servicios que contribuyan al bienestar de la sociedad. El mantenimiento de los patrones naturales que caracterizan a los tipos específicos de lagos y humedales, incluyendo sus ritmos de fluctuación natural y en general los procesos ecológicos básicos, es la base de la resiliencia de estos ecosistemas, y con ello la garantía del mantenimiento de sus servicios. Dicho de otro modo, la sobreexplotación de los servicios que proporcionan dichos ecosistemas, provocará alteraciones en sus funciones y, por tanto, la pérdida de su capacidad de generar beneficios en la actualidad y para las futuras generaciones.



Servicios de abastecimiento:

Los servicios de abastecimiento que proporcionan los humedales son muy diversos, siendo los más importantes el suministro de agua potable (para consumo directo y para riego), alimento (cultivos, acuicultura, pesca, marisqueo…) y productos bioactivos, materias primas de origen biológico (fibra, madera…) y de origen geótico (sal, áridos…), fuente de energía (hidroeléctrica, mareomotriz, turba…), genéticos y ecológicos (reservorio de biodiversidad en los diferentes niveles de organización, hábitats de interés comunitario) y, finalmente, los relacionados con medicina natural, cosmética, termalismo…

Servicios de regulación:

Los lagos y humedales proporcionan un importante catálogo de servicios de regulación entre los que reviste especial importancia el papel que juegan como reguladores de los ciclos biogeoquímicos, tales como los relacionados con la reducción del contenido de materia orgánica, nitrógeno y fósforo en el agua, así como en el mantenimiento del balance de carbono en las masas de agua y sumidero de este elemento. Ejercen también una importante labor en la regulación hídrica mitigando el efecto de inundaciones y sequías, o proporcionando humedad al suelo, al tiempo que amortiguan el efecto de perturbaciones naturales (p. ej. riadas y temporales marítimos) especialmente en los ámbitos costeros. Son igualmente esenciales en el mantenimiento de la biodiversidad constituyendo el hábitat natural de numerosas especies.
Doñana
 


Servicios culturales:

Por su parte, los servicios culturales de los humedales constituyen una de sus principales señas de identidad. Los paisajes del agua son reivindicados y solicitados cada vez más por la sociedad, desarrollándose en ellos gran cantidad de actividades recreativas (pesca, caza, baño, actividades deportivas…), al tiempo que se ha producido un importante aumento de un turismo de naturaleza, que visita cada vez más estos ámbitos, y del uso de los humedales como recursos didáctico para la educación ambiental. También se ha incrementado en las últimas décadas el conocimiento científico de este tipo de ecosistemas, según indica el sustancial aumento de las publicaciones, de la inversión pública para el desarrollo de proyectos de investigación y el de programas de educación ambiental entre otros aspectos. El disfrute estético y espiritual de este tipo de ecosistemas ha experimentado igualmente un importante repunte en las últimas décadas, que contrasta con la pérdida de identidad cultural y de sentido de pertenencia asociados al envejecimiento de la población y despoblamiento de los ámbitos circundantes.


Posibles soluciones


Inversión y beneficio

La consideración de los lagos y humedales conceptuados como capital natural, es decir, como un patrimonio que tiene un valor de mercado definido, es una línea estratégica que puede ayudar a acelerar el proceso de adopción de esta nueva propuesta. La idea de que cada vez que destruimos un humedal o alteramos su funcionamiento estamos generando también grandes pérdidas económicas es un argumento que es entendido rápidamente por la sociedad y los gestores. En esta línea es importante transmitir a la sociedad la idea de la importancia de no perder más capital e, igualmente, la de invertir en recuperar el que se ha perdido en los últimos tiempos a través de la implementación de programas de restauración, todo ello enmarcado en una política de ordenación territorial y gestión del agua que garantice el mantenimiento del capital natural de nuestros lagos y humedales y con ello de los servicios que nos proporcionan.


Protección de los humedales. Sitios Ramsar
La Convención Relativa a los Humedales de Importancia Internacional especialmente como Hábitat de Aves Acuáticas, conocida en forma abreviada como Convenio de Ramsar, fue firmada en la ciudad de Ramsar (Irán) el 2 de febrero de 1971 y entró en vigor en 1975.


Su principal objetivo es «la conservación y el uso racional de los humedales mediante acciones locales, regionales y nacionales y gracias a la cooperación internacional, como contribución al logro de un desarrollo sostenible en todo el mundo».

La lista Ramsar de Humedales de importancia internacional incluye en la actualidad más de 1900 lugares (sitios Ramsar) que cubren un área de 1 900 000 km2, siendo el número de sitios en el año 2000 de 1021.

Albufera de Valencia

Sitios Ramsar en España:

Parque nacional de doñana

Las Tablas de Daimiel
Laguna de fuente de piedra
Albufera de Valencia
Delta del Ebro



Soluciones a la contaminación mediante los humedales


Recomendamos la lectura del siguiente artículo publicado en la revista The Ecologist, al respecto de la utilización de los humedales para el tratamiento de aguas residuales.






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